El liderazgo al servicio de Deluz y Compañía

Eva Miguélez y Lucía Zamora

¿Qué funciones tiene un líder al servicio?

1. Madurar al equipo:

Potencia la responsabilidad en la toma de decisiones en todas las personas del equipo

Lleva a las personas más allá de su individualidad: capaz de poner a las personas en el punto de vista del equipo y de la organización

Facilita sesiones de feedback que contribuyan a que el equipo se auto-empodere y crezca

Facilita que el equipo solucione sus conflictos de forma madura

Equilibra los egos y desarrolla las habilidades personales de las personas del equipo

Explicita “los elefantes en medio de la habitación” (temas habitualmente difíciles de los que se evita hablar) y promueve conversaciones sinceras y asertivas

2. Fomentar la plenitud del equipo:

Deja ser lo que uno sea y lo acepta

Deja expresarse al otro en libertad

Trabaja la cohesión del equipo

3. Facilitar la colaboración y la cultura TEAL del equipo:

Potencia la cultura del error-aprendizaje versus el error-castigo-búsqueda de culpables

Facilitar la toma de decisiones distribuida del equipo

Visualiza los espacios de responsabilidad de cada persona del equipo en el equipo

Apoya a que las personas del equipo se auto-asignen las tareas

Ayuda al equipo a establecer pactos internos y roles internos

Cuida la cohesión y la identidad organizativa

4. Abrir espacios para el aprendizaje de los equipos y la organización:

Transfiere conocimiento de todas las tareas para que los miembros del equipo también adquieran una vista de pájaro de todo lo que sucede

Facilita reuniones de gobernanza para afinar las reglas de organización del equipo y resolver tensiones

Se compromete con el crecimiento y el desarrollo de las personas (learning organization)

¿Qué funciones tiene que dejar de hacer un líder al servicio?

No centraliza las decisiones, puesto que facilita que se tomen de forma distribuida en el equipo.

No dirige, no controla, no da órdenes. Esta figura no es una jefa/jefe sino una figura de empoderadora y facilitadora.

No evalúa a las personas del equipo en solitario. Abre espacios para que la valoración de las personas lo haga el equipo.

No asigna tareas, sino que ayuda a que el equipo se las auto-asigne y establezca compromisos.

No es pater-/mater-nalista, es decir, no asume la responsabilidad de otras personas para protegerlas y evitar que sufran, sino que ayuda a que el equipo alcance una madurez para abordar situaciones difíciles por sus propios medios.

No media en los conflictos, no intermedia, sino que ayuda a que el equipo alcance una madurez para abordar situaciones difíciles por sus propios medios.

No reporta todo a dirección, sino que ayuda al equipo en la búsqueda de herramientas transparentes que eficiente la labor de reporte/comunicación.

¿Cómo es un líder al servicio o empoderante?

Un líder al servicio es una persona que le apasiona ver y sentir el crecimiento de los otros y cómo ese crecimiento lleva al grupo a una cumbre con más horizonte. Y cómo siente su propio crecimiento con el crecimiento de los otros.

A un líder al servicio le encanta que los otros brillen y busca espacios para brillar, porque sabe que las personas cuando están en su plenitud y en su lugar dan el mejor valor para sí mismos, para los otros y para la organización. Reconoce el talento, le da cauce y en la conexión de la diversidad de talentos hace brillar a la organización y a las personas.

Un líder al servicio es una persona humanista, que le interesan las personas, su bienestar, la búsqueda de la felicidad de los otros y la suya propia. Una persona que cuida y se cuida, y equilibra la responsabilidad del cuidado a los otros. Es una persona humanista, pero no paternalista.

Es una persona inquieta, curiosa, que le gusta preguntarse y buscar soluciones y escuchar las soluciones que ofrecen otros. Es una persona que se hace preguntas a sí misma y siempre a los demás.

Es una persona que está en el buen hacer y le gusta el trabajo bien hecho y disfruta de la satisfacción que da el trabajo bien hecho. Que tiene su energía presente en ese buen hacer. Es un ejemplo. Un faro que con su buena praxis diaria ilumina a los demás.

Es una persona exigente que marca límites de conductas perjudiciales en el grupo. Y con su motivación y ejemplo lleva al grupo a un mayor nivel en el trabajo realizado, consiguiendo así que los niveles de calidad sean más altos.

Es una persona que no tiene problemas con su ego, que tiene capacidad para estar al servicio del interés general por encima de su ego, que está en la autocrítica y en el camino del crecimiento personal.

Es una persona que está en la generosidad y le encanta compartir conocimiento y enseñar a los otros. Es una persona que siente satisfacción personal de ver cómo con la transmisión de su conocimiento, otras personas se vuelven mejores profesionales o personas. Es una persona que le gusta trabajar con personas en crecimiento profesional y personal, y también es capaz de ver cómo él crece gracias al crecimiento de los otros.

Es una persona que no huye de los conflictos, que los aborda y les da espacio para que salgan. Porque sabe que dar espacio para que salgan las tensiones y sus soluciones es una práctica que lleva a la higiene y armonía grupal. Es una persona valiente y honesta.

Es una persona que intenta equilibrar los intereses personales con los de la organización. Es una persona a la que le encanta pedir consejo a personas que tienen mayor conocimiento (o diferente), porque sabe que en la escucha y con los consejos de otras personas se hace a su vez más inteligente y toma mejores decisiones.

Es una persona que tiene interiorizada la palabra sostenibilidad en su ser. Y todas las acciones que emprende están hechas para cuidar la sostenibilidad de las personas de la organización, de la empresa y del planeta, y tiene mucho en cuenta esto para que no se rompa la cuerda de la sostenibilidad (tan importante para conseguir la plenitud personal, organizacional y planetaria).

Es una persona empática, es decir, que sabe ponerse en el lugar del otro, escuchar y hacer que el otro se sienta escuchado y tenido en cuenta. Es una persona consciente de la diversidad del ser por procedencias, por infancias, por diferentes recorridos vitales, por intereses, por caracteres, por estados emocionales. Y sabe acoger esa diversidad.